domingo, 29 de julio de 2012


UN MUNDIAL ARREGLADO EL DE  FRANCIA 2007?


La prensa francesa se hizo eco hoy en las consideraciones del neocelandés Graham Henry,  el actual asesor de Los Pumas y ex entrenador de los All Blacks campeones del mundo 2011 en la final de Auckland ganada a Francia por 8 a 7, sobre la actuación arbitral del inglés Wayne Barnes en los cuartos de final de Francia 2007, donde "Les Blues" ganaron a Nueva Zelanda 20-18 en cuartos de final disputado en el "Millennium" de Cardiff. 


 Graham Henry, dijo en una biografía de pronta aparición en las librerías mundiales, que  la derrota en cuartos de final del Mundial Francia 2007  de los All Blacks ante “Les Blues”,  tendría el marco de “un posible resultado arreglado” y que “no hubo éxito”, para que properara una posterior “investigación”, por parte de la IRB a instancias de la NZRFU.

Según Henry y su biógrafo, el colega de Auckland, Bob Howitt,  a los 67 minutos de los cuartos de final disputados en el “Millennium” de Cardiff el  6 de octubre de 2007,  “ los All Blacks  ganaban a Francia 18-13 y a la salida de un scrum  se escapó (Damien) Traille que pasó la pelota al interior a (Fréderick ) Michalak  quien habilitó a (Jannick)  Jauzion para que marcara el ensayo de la victoria francesa (20-18).  El pase Traille-Michalak fue adelantado", expresó Graham Henry, el entonces seleccionador de Nueva Zelanda.


En la biografía del técnico, titulada "Graham Henry: la última palabra" , el ex coach All Black, en breve pantallazo considera que en la derrota de sus jugadores hubo un truco del juego como única explicación lógica" . 


Señaló  que las imágenes muestran que el árbitro (inglés)  Wayne Barnes y sus colaboradores "perdieron de vista relevar el evidente pase adelantado en el ensayo del triunfo francés y que lo vió todo el estadio,  excepto el árbitro” - y que Barnes “fue  muy indulgente con los franceses en los rucks, y eso le costó la victoria a los All Blacks".

"Nunca viví  algo similar en un partido".


Henry  puso de relieve irónico, un dato que refleja la estadística del partido  “casi inmaculado en términos de errores por parte de  los Blues que habían cometido  sólo dos infracciones". El resultado de una conspiración (o complot o connivencia)  para el entrenador kiwi es tan  obvio que él pidió una investigación a  la Unión de Rugby de Nueva Zelanda.

Sin embargo, la NZRU dió por cerrado el caso,  no pidiendo que la IRB investigara por lo que  Henry respondió:  "fue incomprensible" que la IRB, (órgano supremo del rugby), no haya puesto en marcha un dispositivo para investigar el caso considerado "por lo menos como sospechoso".

"El –por Henry- sabía que en hechos similares ocurridos  en otros deportes, no hubo una investigación", señaló Bob Howitt, quien matizó: "no era políticamente correcto sugerir que el, o los árbitros, hayan sido capaces de favorecer a  un equipo ".


También se estima de que Graham Henry “tuvo problemas - por decir lo mínimo de la situación - para digerir la derrota contra los franceses”.


En Sport Radio, Henry explotó: "Estuve en 140 test matches, entrené por  20 años en el ámbito provincial  y nacional , y en 12 años a nivel internacional, pero nunca viví una situación similar en un partido".


Por último, la prensa francesa indica con sorna que el entrenador Campeón del Mundo  2011 contra “Les Blues”,  no tiene nada que recriminar al arbitraje en la final ganada –en Auckland ante Francia- - por los All Blacks. Hay una  memoria selectiva? , se preguntaron.








FOTO: THIERRY DUSATOIR EN FRANCIA 2007  29-7-2012

sábado, 21 de julio de 2012


MILLER LE DEJÓ LA VARA MUY ALTA A GOSPER EN LA IRB

Con la VII Copa del Mundo en octubre pasado en Nueva Zelanda 2011, concluyó una década de gestión comenzada por el extinto galés Vernon Pugh en 2002 y continuada por el irlandés Syd Millar, quién en 2007 entregó la posta al francés Bernard Lapasset reelegido en diciembre pasado para un nuevo período hasta Inglaterra 2015.

Con ello,  también quedó en el camino el inglés Mike Miller, quién como CEO-Director General, acompañó a Pugh, Millar y Lapasset primera gestión. Miller desde 2001 a 2011 supervisó tres Copas del Mundo, la inclusión del Seven en los Juegos Olímpicos, la expansión y crecimiento de la Serie Mundial de Seven, la creación del Programa de la IRB sobre el Fondo Estratégico de Inversión con financiación de los Niveles 1 y 2 en las Uniones de países emergentes más importantes.

“Hemos logrado mucho en la última década. El rugby ocupa un importante lugar en el mundo, y se espera con gran interés las copas mundiales de Inglaterra (2015) y Japón (2019),  el mundial de  Seven en Moscú, la Copa Mundial Femenina en Francia y los Juegos Olímpicos en Río en 2016. ", sentenció.

Pero tras la derrota del inglés Bill Beaumont como vicepresidente para el nuevo período, cargo donde fue elegido para acompañar a Lapasset, el sudafricano Oregan Hoskins, Mike Miller se quedó sin el apoyo logístico de Beaumont, que sigue en IRB pero solo como representante de Inglaterra, por lo que dio un paso al costado.

Por lo que hoy conocemos la decisión del nuevo “Management” IRB de nombrar al australiano  Brett Gosper como nuevo Jefe Ejecutivo, que es como decir de que la maniobra de impronta del Hemisferio Norte, daba paso al sello de carácter del Hemisferio Sur. Lo que está claro es que Miller le dejó muy alta la vara a Gosper.

Con experiencia como publicista, con trayectoria empresarial, y con pasado de tres cuarto (tanto como apertura que como centro),  Gosper se prepara a debutar el próximo 15 de agosto en el cuartel general de la IRB en Dublín, para iniciar gestión que tiene como desafío administrar una estructural que organiza, patrocina y financia un movimiento rugbístico mundial con actividad todo el año, en los cinco continentes.

No será tarea fácil para el abogado Gosper reemplazar al abogado Miller. Aunque éste australiano nacido en Melbourne hace  53 años, y que destacara en los años 80 en el Racing Club de Francia (hoy Racing Metro) junto a estrellas de los “Bleus” como Eric Blanc, Frank Mesnel y Jean-Baptiste Lafond (famosos por crear la usanza del moñito de color rosa en un equipo ataviado con reminiscencias del ochociento), tiene “ángel”, un “savoir faire” no indiferente en la relación sur-norte (y viceversa), que muy pocos tienen la experiencia de ostentar.

Gosper se presenta con la imagen del anglo-saxon que es a la vez latino; se desenvuelve con absoluta seguridad en inglés y francés, y hasta enhebra  frases en español.  El será responsable de las operaciones cotidianas en consonancia con el Plan Estratégico 2010-2020  dispuesto por el Consejo, incluyendo entrega de la Copa del Mundo de Rugby en su doble papel de director general de la Copa Mundial de Rugby Limitada.

Además, es de su atribución la implementación de estrategias de desarrollo del bienestar de la comunidad rugbística, de la inversión en el desarrollo del juego y del jugador, como así también del retorno del Rugby a los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro 2016 a nivel de seven.

La carta de presentación de Gosper dice: hombre de rugby, ex jugador (y galán) del Racing Club de Francia y Australia M21, quien se une a la IRB tras carrera profesional en principales empresas multinacionales como Director General de McCann Erickson Europa, Oriente Medio y África y consejero delegado de McCann Erickson EE.UU.

El Presidente Bernard Lapasset, quién tuvo que superar dos votaciones (una en Auckland y la otra en Los Ángeles) para ungirse nuevamente en el máximo cargo federativo, está satisfecho con el nombramiento y expresó “entusiasmo por el futuro IRB y el crecimiento del rugby en todo el mundo”, con Gosper.

"Guiados por nuestro Plan Estratégico integral, la IRB tiene una misión clara para desarrollar, mantener y hacer crecer el rugby en todo el mundo, con el fin de que siga siendo un deporte pujante, atractivo, y unido por fuertes valores que siguen hombres , mujeres y niños en todo el mundo ", puntualizó  Lapasset.

Para el presidente IRB, "Brett se une en un momento emocionante para IRB y el rugby; estoy seguro de que seguirá impulsando el juego hacia adelante, lo que garantiza que  nuestra base principal sigue siendo fuerte, competitiva y atractiva, sin dejar de mejorar y hacer crecer el juego a través de nuestras regiones y dentro de nuevos mercados ".

Gosper a su vez manifestó: "En nombre de todos en IRB, me gustaría dar las gracias a Robert Brophy (por el irlandés, ex jugador del Trinity College y de la selección provincial de Leinster),  por su excelente labor, dedicación y liderazgo como Consejero Delegado y que sustituyó a Mike Miller desde febrero hasta hoy.

“Durante su mandato, Robert ha gestionado con éxito una serie de importantes  logros, incluyendo la finalización exitosa de la Copa Mundial de Rugby 2011, un nuevo modelo financiero para Copa Mundial de Rugby 2015 y la adopción de nuevo régimen disciplinario para el juego conforme al Reglamento 17”, sentenció Gosper.

“ Robert seguirá actuando como Director de Finanzas de la IRB y RWCL”,  precisó Gosper, que conoce de política deportiva mundial,  ya que su padre Kevan Gosper ex atleta de los 200 y 400 metros llanos, fue vice presidente del Comité Olímpico Internacional (90-94 y 99-2003) y vicepresidente del Comité Organizador de las Olimpiadas de Sydney 2000. En términos olímpicos, Miller le dejó la vara muy alta a Gosper.


miércoles, 18 de julio de 2012


NELSON MANDELA COMPADRE DE FRANCOIS PIENAAR

A Nelson Mandela, que fue presidente de Sudáfrica en 1994 y que hoy cumplió 94 años en su casona del Cabo Oriental en el extremo meridional sudafricano se lo recuerda como el estadista que cambió la historia de su país, conmoviendo al mundo.

Mandela se valió de uno de los mayores acontecimientos deportivos mundiales, la III Copa del Mundo de Rugby en 1995, para unir una nación separada por más de 40 años de “apartheid” (las culturas y razas separadas).

El apartheid en Sudáfrica, fue un sistema de segregación de los  colonizadores holandeses Boeros. Pero no tomó forma jurídica hasta 1948, al ser respaldado por leyes promulgadas a tal efecto.

Ese año el extremista Partido Nacionalista ganó las elecciones en una coalición con el Partido Afrikaans, dirigido por el pastor protestante Daniel François Malan. Pero donde estuvo ausente la segregada población aborigen.

El apartheid consistió en división de las diferentes razas y era dirigido por la raza blanca, que instauró leyes que cubrían en general aspectos sociales. Se hacía una clasificación racial de acuerdo a la apariencia, aceptación social y/o descendencia.

En 1950 una ley reservó distritos urbanos donde sólo podían ser propietarios los blancos, forzando a los no blancos a emigrar a otras zonas.

Las leyes establecieron zonas segregadas tales como playas, autobuses, hospitales, escuelas y hasta bancos en  parques públicos.

Los negros y demás gente de color debían portar documentos de identidad en todo momento y les era prohibido pernoctar en ciertos centros urbanos e incluso entrar en ellos sin permiso.

Surgieron movimientos como los guiados por Nelson Mandela, un líder pacifista a quien su oposición al apartheid le costó 28 años de cárcel. Salió de la prisión de Robben Island en 1990 cuando Sudáfrica se encaminaba a una guerra civil de carácter racial.

En 1994 Mandela fue elegido presidente, el primero de raza negra en la historia del país. Su primer desafío fue evitar que la enorme cantidad de blancos descontentos con las elecciones, no creasen un frente terrorista que desintegrara Sudáfrica.

Para evitar contrarrevolución blanca y sabedor de que la mayoría sabía usar armas y fabricar bombas, Mandela buscó un acontecimiento que involucrara a todo el país, a un año de su asunción presidencial.

Mandela estaba obsesionado con hacer de Sudáfrica el país de todos: de blancos y negros. Y motivó la organización del Mundial de rugby en 1995.

El rugby no sólo fue deporte exclusivo de blancos; el surafricano negro detestaba el rugby, lo consideraba símbolo del opresor blanco junto a la bandera y al himno. Prefiriendo masivamente el fútbol.

A esa pasión de los blancos dominantes y que les daba su identidad, Mandela pensó que el deporte provoca emociones que ningún político puede despertar en la gente, y se planteó: “¿Qué es lo que más les importa a los blancos?.

“A ver si somos capaces de utilizar esa pasión por el rugby para unificar al país”, se prometió Mandela, llamando a su despacho  al capitán de los Springboks, el “flanker” Francois Pienaar, el referente de un plantel solo de blancos.

Mandela le pidió ayuda para lograr que los negros se identificaran con la selección. Desde entonces, Pienaar y sus compañeros se manifestaron políticamente de forma correcta, y todos colaboraron.

Recuerdo el mundial Sudáfrica 95 por haber sido testigo de su desarrollo como del mensaje de Mandela que fue tan profundo que el equipo aprendió el nuevo himno nacional en lengua zulú.

Era el himno que se cantó durante décadas en manifestaciones de los negros contra los blancos y que encabezaba ahora la canción patria trilingüe (en zulú, afrikaan e inglés).

“Antes del partido inaugural el presidente vino en helicóptero  a nuestra práctica de Silvermines en Ciudad del Cabo, para decirnos, hola, y nos saludó a todos”, recordó Pienaar.

“Lo llamábamos Madiba Magic, él tenía la magia, tenía la aureola y yo estaba impactado por su humildad”, añadió Pienaar, que tiene un vínculo muy estrecho con el estadista, quién es padrino de su hijo mayor, Jean de 14 años.

Mandela apodó a la segunda hija de Pienaar, Stephane de 12 años, con el nombre de “Gora”, que en lengua Xhosa, quiere decir “una que es brava”.

Hubo esfuerzos de Mandela en convencer a la población negra de  que el símbolo Springbok les pertenecía, pero tuvo  dificultades en su partido, el del Congreso Nacional Africano  y gentes de su raza que bajo ningún concepto apoyarían a la selección de rugby.

Durante el Mundial, los blancos celebraron cada triunfo con locura, mientras los negros, indiferentes, no se interesaban. Pero el equipo fue ganando, entusiasmando y cantando el himno zulú.

Si bien la población negra miró con cierta simpatía a un equipo  blanco y con un solo no blanco, el wing mulato Chester Williams, se entusiasmó cuando éste se convirtió en estrella del mundial.

En semifinal contra Francia, el 17 de junio en el “Kings Park” de Durban, Sudáfrica ganó 19-15 en final agónico y bajo intensa lluvia. Cuando el árbitro pitó el final del partido, los negros estaban más enloquecidos que los blancos.

En la otra semifinal, Nueva Zelanda aplastó Inglaterra por 29-45 y los All Blacks se proponían como el mejor equipo del mundo, quizás el mejor de la historia, liderado por el gigante wing de origen tongano Jonah Lomu.

A su extraordinaria calidad los All Blacks añadían la bestial motivación, su identidad en el mundo. Inglaterra era un equipo fuerte, pero fue arrasado en partido parecido a uno de primera  contra otro de M15.

Ante tal panorama los Springboks no tenían ninguna posibilidad de ganar la final a Lomu y compañía, .ya que eran literalmente imparables, y nunca se había visto nada igual hasta el momento.

La mañana de la final Mandela despertó inquieto ante de ir al  mítico “Ellis Park” y se preguntó si había hecho lo suficiente para convencer a los blancos de que “estoy con los Boks, que soy su presidente y que estamos todos, junto a ellos en la cancha”.

Por lo que decidió llamar al presidente de la Saru, la Unión Sudafricana de Rugby, para que le trajera una camiseta de los Springboks, de color verde, el color de la opresión blanca y que tuviera el N° 6 en la espalda, el número del capitán Pienaar.

Una hora antes del partido, Mandela llegó al estadio en momentos de que la tensión estaba al séptimo cielo en todo el país. En Soweto (suburbio negro de Johannesburgo) los bares estaban repletos con gente que nunca antes les gustó el rugby.

Durante los tiempos del apartheid, Soweto (South West Township) fue construida con el fin de alojar a los africanos negros que hasta entonces vivían en áreas designadas por el gobierno para los blancos, como fue Johannesburgo.

Y llegó la hora de los himnos y Mandela debía bajar a la cancha a saludar All Blacks y Springboks, vistiendo la camiseta de Pienaar. Con ella saludó uno por uno a los 30 jugadores, lo que produjo un silencio absoluto, unos segundos que fueron eternos.

Hasta que estalló un clamor: las 72 mil personas del “Ellis Park” rompieron a gritar: “¡Nelson, Nelson!”. La asistencia casi en su totalidad, eran blancos. Fue uno de los momentos más tocantes del siglo XX y que tuve el honor de presenciarlo.

“En ese momento nos dimos cuenta que había un país entero detrás nuestro, y de que este hombre tuviera la camiseta de los Springboks. Me dije: tenemos que unirnos, y tenemos que unirnos hoy”, exclamó el medio scrum Joost van der Westhuizen.

CAPITÁN FRANCOIS PIENAAR COMPADRE DE NELSON MANDELA

“Nunca me imaginé que él iba a estar allí, y nunca en mi vida pensé que iba a ponerse la camiseta de los Springboks. Y él estaba allí con toda su aureola. Él sólo nos deseó buena suerte, eso es todo lo que dijo”, señaló Francois Pienaar.

El capitán de los Springboks puso de relieve: “nos saludó y después se dio vueltas para volver al palco oficial y tenía el número 6 en la espalda, ese era yo!. Tenía tanta emoción que no pude cantar el himno. Estaba muy emocionado y muy orgulloso”.

Pero no solo fueron los Springboks a quedarse  sorprendidos por la actitud de Mandela de ponerse la camiseta que durante mucho tiempo había sido un símbolo de los hombres blancos en Sudáfrica, y lo mismo ocurrió a los All Blacks en aquella soleada tarde invernal del hemisferio austral.

“Verlo caminar al centro de la cancha con la camiseta de Francois y escuchar 72 mil personas aclamarlo: Mandela, Mandela! nos miramos los 15 y pensamos '¡Dios, como vamos a hacer para ganarles a estos animales!”, exclamó el hoocker y capitán Sean Fitzpatrick.

Es más, Jonah Lomu, la estrella mundialista que sin su ayuda los All Blacks no habrían destruido a Inglaterra en la semifinal, comenzó a tener dudas de que Nueva Zelanda fuera campeón al recordar: “Primero te intimida darle la mano a Nelson Mandela”.

“Luego con la camiseta de los Springboks, te hacía sentir que toda la presión estaba sobre nosotros porque ellos tenían a Nelson Mandela de su lado, tenían un país unido después de años de lucha… ese día todos estaban unidos”, agregó Jonah Lomu.

Los Springboks comentaron que ese día la consigna era un rotundo “¡No pasarán!”. Y a poco de empezar, el tackle del diminuto Chester Williams derribó al gigante Lomu, “demostró de que todo era posible”.

Los tres cuartos sudafricanos formaron un muro inexpugnable, y ellos confesaron: “Jugamos para Mandela”. No hubo ni un sólo ensayo, todos los puntos llegaron por penales de Joel Sransky por parte sudafricana y Andrew Mehrtens por la neocelandesa.

Ambos equipos dejaron todo, se anularon mutuamente, por lo que se  concluyó en un 9-9, con los aperturas Joel Stransky y Andrew Mehrtens convirtiendo tres penales respectivamente.

En el suplementario Nueva Zelanda se adelantó poniendo el 9-12 con penal de Mehrtens y Sudáfrica replicó con otro penal de Stransky para el 12-12.

Mandela reconoció que jamás en su vida había estado tan tenso, ni cuando lo iban a condenar a muerte. A falta de 7 minutos para el final, un drop de Joel Stransky selló el 15-12 de la euforia para Sudáfrica.

“Fueron los minutos más largos de mi vida; ellos eran los mejores del mundo, en siete minutos podían hacer cualquier cosa”, confesó el presidente Mandela. No lo hicieron, aquel día nadie podía frenar la embestida de los Springboks y Sudáfrica celebró.

La imagen de Mandela entregando la Copa Williams Webb Ellis a su amigo Pienaar se transformó en una de las imágenes del siglo XX, con su camiseta verde y el estadio gritando “¡Nelson, Nelson!”.

Mandela le dijo a Pienaar: “Gracias por lo que hicieron por nuestro país”. Y el capitán Springbok respondió: “Esto no es nada comparado con lo que usted ha hecho por nuestro país”.

Blancos y negros festejaron juntos, ese día. En Sudáfrica se terminaron las bombas, se consolidó la democracia y comenzó la estabilidad. La imagen de Mandela y Pienaar con la copa simbolizó nada menos que el fin del apartheid.

Tres años después, en 1998, Mandela creó una comisión para investigar dirigentes que se resistían a integrar a los negros. Aún hoy, el rugby sudafricano mantiene algunas viejas políticas de discriminación.

“La magia de Madiba puede durarle a uno más que siete semanas, puede durar toda la vida”, dijo, emocionado, el hoocker John Smit capitán de los Springboks  campeones mundiales por segunda vez en Francia 2007.



lunes, 9 de julio de 2012


Madagascar ganó el ascenso a División 1A africana en 2013

Los rojo-amarillos de Madagascar, con rugby irresistible dieron ayer domingo, el batacazo de superar a Namibia por 57-54 en tiempo suplementario, ante eufóricos  40.000 espectadores en el estadio ”Mahamasina”  en Antananarivo y sueña con ir a Inglaterra 2015.

Con ésta victoria espectacular e inesperada, Madagascar se proclamó campeón de la División 1 B 2012 de la Confederación Africana de Rugby, y crecen las ilusiones de disputar en 2013,  las eliminatorias por la zona africana, del mundial Inglaterra 2015.

Hoy lunes 9 de julio, en el escalafón IRB, Madagascar saltó del 56° puesto al 42° relegando a Senegal (50°); mientras que Namibia (que ya disputó cuatro mundiales) bajó un escalón: del 21° al 22° lugar.

Madagascar tendrá ahora su lugar en la División superior de la  CAR, la 1A en 2013 y, junto con Namibia y Senegal, puede clasificar por la zona afriacana, a la Copa Mundial de Inglaterra  2015.

Mientras que Marruecos, derrotado  por Madagascar y Senegal,  descenderá a la división  1C del CAR en 2013 y no podrá clasificar  para el mundial del 2015.

La edición 2012 del torneo 1A de la CAR, que comienza hoy en el estadio "Jemmel" de Túnez, tiene como participantes a Kenia, Túnez, Uganda y Zimbabue. Madagascar, reemplazará al último equipo de éste torneo el año que viene.

Para el presidente de la CAR Abdelaziz Bougja, "Es justo decir que el comienzo del viaje de África hacia Inglaterra 2015 se inició en  un país donde el rugby es deporte nacional como lo demuestran 40.000 apasionados en  el Estadio Mahamasina”.

“Antanarivo fue testigo del triunfo del equipo local ante Namibia, como así también lo vieron ante Senegal y Marruecos en  jornadas de calidad,  y que coincidió  con la pasión y el ruido de una multitud increíble", resaltó Bougia.

La final de la división 1B  entre Madagascar y Namibia fue como la montaña rusa, con sube y baja pronunciados y donde  Madagascar tomó una ventaja de 19-0 en los primeros 20 minutos para estar siempre por delante del marcador.
Namibia logró anotar dos tries en el primer tiempo  pero fue  Madagascar, en llegar adelante por  29-14 al descanso. Y en el complemento  Namibia dio vueltas  el marcador pasando adelante por  43-29 en 10 minutos de infarto.

Pero Madagascar, se inspiró aupado por la muchedumbre y con gran determinación apoyó dos ensayos que forzaron la igualdad y los dos tiempos suplementarios.

No obstante ello, Namibia alcanzó la ventaja de 54-50, pero a falta de dos minutos para la bocina,  Madagascar logró el try del ascenso a la 1A en 2013 con un 57-54 al último respiro.

domingo, 1 de julio de 2012


DOGOS EN ESTADO DE GRACIA

El rugby de Córdoba al promediar el año 2012, vive una página gloriosa en sus 81 años de vida, con los Dogos en estado de gracia, tras proclamarse Campeones del 68° Argentino de Mayores y de la Copa Cross Border, por segundo año consecutivo, en el torneo más prestigioso del rugby nacional y sudamericano.

Córdoba  proporcionó  Dogos y Doguitos que destacaron como Pumas en el Campeonato Sudamericano disputado en Santiago de Chile, como Pampas XV en la Vodacom Cup donde  llegaron a cuartos de final, y como Jaguares en la Nations Cup disputada en Bucarest, Rumania, donde fueron subcampeones.

El hecho más auspicioso de junio, fue el Mundial M20 jugado en Ciudad del Cabo y Stellenbosch, Sudáfrica, donde los Pumitas con ocho Doguitos, se ubicaron entre los mejores cuatro equipos del rugby juvenil mundial .

Y en la ventana de junio los Pumas  nos proporcionaron el triunfo de 23-20 ante Francia, el subcampeón  mundial 2011,  en el espectacular teatro de los sueños, que es el “Mario Alberto Kempes”, en el barrio Chateau Carreras.

Por lo que la Unión Cordobesa de Rugby es  protagonista como máximo centro institucional del rugby cordobés, de hechos fundamentales en una estructura que se debe encaminar a mayores objetivos de carácter organizativo como a nivel institucional  en el ámbito nacional e internacional.

No caben dudas de que el “Mario Alberto Kempes” se propondrá como recinto candidato a ser anfitrión de una fecha del “Rugby Championship” en el 2013, cuando se produzca la segunda visita de los Springboks, de  los All Blacks y de los Wallabies, dando vida al máximo torneo anual del Hemisferio Sur.

El pasado sábado 16 de junio quedará grabado como un ícono, como una fecha histórica, a nivel mundial, al  verse a Córdoba y al estadio mundialista “Mario Alberto Kempes”, compartiendo la marquesina de las ciudades y de los estadios, que concitaron el choque entre el Hemisferio Sur y el Hemisferio Norte.

En el “Ami Stadium “ de Christchurch,  los All Blacks batieron Irlanda 22-19 en el  “Etihad Stadium” de Melbourne, los Wallabies dieron cuenta de Gales por 25-23  y los Springboks en el mítico “Ellis Park” (hoy “Coca Cola Park”) de Johannesburgo redimensionaron Inglaterra por 36-27.  Un 4-0 espectacular.

Hoy el rugby cordobés está llamado a ser protagonista en el “management” nacional, en lo que resta del segundo trimestre  2012 y cuya trascendencia está siendo superlativa.